Con la presencia de la digitalización, automatización y la inteligencia artificial, el futuro parece bastante promisorio. Incrementos de productividad, eficiencia y conveniencia son algunos de los beneficios que traen consigo estas tecnologías emergentes. Sin embargo, muchos CEOs y gerentes de recursos humanos aún se no se sienten prepararados para enfrentar los desafíos de esta disrupción. A medida que estas innovaciones están transformando la naturaleza del trabajo, millones seguirán siendo desafiados a aprender nuevas habilidades, obligados a cambiar de rol, de empresa o de especialidad para que puedan participar plenamente en la nueva economía.
La construcción de una fuerza de trabajo que esté lista para este mundo digital requerirá un esfuerzo importante. La buena noticia: las tecnologías también pueden ayudar a acelerar, apoyar y mejorar la adopción de competencias, aptitudes y destrezas. Costa Rica ya es un ejemplo para el mundo, poniendo a disposición las mejores prácticas tecnológicas.
El aprendizaje ha sido una piedra angular de nuestra sociedad desde 1870, cuando declaramos a la educación como gratuita y obligatoria. Hemos escogido seguir invirtiendo en donde más importa: nuestra gente.
Enfrentamos los retos sin miedo, aprendemos rápidamente y aprovechamos las oportunidades. Somos una nación gobernada en paz con una sólida democracia que tiene como sus pilares fundamentales a la salud, la educación y la mejora continua.
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