Noticias

* Este artículo se actualizó después del anuncio de la OCDE

San José, Costa Rica. 21 de mayo, 2021. El 21 de mayo, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó una ley aprobada por el Congreso que reconoce el Acuerdo de Adhesión de Costa Rica a la OCDE y la Convención de la OCDE. Cuatro días después, la OCDE anunció la membresía oficial de Costa Rica en la organización.

 

Ese hito convirtió a Costa Rica en el miembro 38 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que se fundó en 1961 y, en mayo de 2020, invitó a Costa Rica a unirse al grupo.

 

Costa Rica celebra esto como el resultado exitoso de una serie de evaluaciones realizadas por 22 comités de la OCDE. Con su integración, Costa Rica será parte del grupo que conglomera el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo y 60% del comercio internacional. 

Sin duda, uno de los sectores beneficiados por esta medida es la inversión extranjera directa (IED), tarea liderada en Costa Rica por CINDE. Según la organización, esta membresía fortalecerá y beneficiará a las tres 3P de la propuesta de valor país: Personas, Planeta y Prosperidad. 

Personas. ¿Por qué las empresas siguen creciendo e invirtiendo en Costa Rica? Entre las múltiples razones, el talento humano costarricense lidera la respuesta. Por ello, no es casualidad que el Foro Económico Mundial ubica a Costa Rica como el número uno en capital humano en América Latina, así como el líder de habilidades digitales de la población. 

El ADN costarricense en el mercado laboral es de gran valor y va de la mano de los esfuerzos del sistema educativo del país, el cual fue profundamente analizado por la OCDE. 

En el "Análisis de la OCDE acerca las políticas nacionales para educación: La educación en Costa Rica", la agrupación destacó que: “la educación ha sido un motor del desarrollo del país y ha sido innegable para construir una de las democracias más estables, y uno de los mercados laborales más calificados y los más altos niveles de bienestar en América Latina”.

Su estudio considera que Costa Rica está en un punto decisivo para continuar promoviendo el desarrollo, de manera que su inserción a la OCDE fortalecerá una meta país clave: formar a más talento humano costarricense que se alinee a las necesidades de la economía del conocimiento.

Esto permitirá que el país continúe generando un desempeño de mayor valor agregado tal como lo hace desde el sector servicios, por ejemplo, y cuyas exportaciones en este ámbito duplican al promedio de países miembros de la OCDE. 

Planeta. Costa Rica no solo ha destacado por ser una de las democracias más antiguas de América Latina, sino también que se le conoce por su verdor, sus playas y fauna. Muestra de ello es que representa 5% de la biodiversidad mundial.

La incorporación a la OCDE reforzará este norte país en pro de la sostenibilidad: se planteó ser una nación carbono neutral en el 2050 y, hoy por hoy, su generación eléctrica se da gracias a 99% de energías renovables mediante el agua, viento, geotermia, biomasa y sol.

La sostenibilidad es uno de los principios claves de la OCDE, la cual considera que se trata “en utilizar al desarrollo económico para promover una sociedad más justa al tiempo que se respetan los ecosistemas y los recursos naturales.”

Costa Rica coincide con esos estándares para que también se reflejen en inversiones con verdadero propósito. De acuerdo con el director general de CINDE, Jorge Sequeira, “Costa Rica cree en una IED que crezca eficientemente, brindando a los inversionistas las condiciones óptimas para el crecimiento sostenible, y, por lo tanto, aportando valor a las empresas, la ciudadanía y el planeta.”

Prosperidad. Con esta adhesión a la OCDE, Costa Rica apuesta por el fortalecimiento de su institucionalidad, a través de una mejora continua en los sectores público-privado, políticas públicas y clima de negocios para continuar su inserción en economía del conocimiento y participación en las cadenas globales de valor. La aprobación por parte de los comités, a su vez, consolida la seguridad jurídica brindando mayor confianza a los inversionistas en el país. 

En este contexto, el régimen de zonas francas de Costa Rica, instrumento que brinda incentivos altamente competitivos a la inversión, fue revisado y avalado por la organización. La OCDE ratificó que este sistema de incentivos para la inversión extranjera cumple a cabalidad con los criterios y estándares internacionales aplicables en materia de transparencia y fiscalidad internacional. 

“La invitación de la OCDE a Costa Rica resguarda la solidez del régimen de zonas francas para la IED y sobresale su sello de excelencia, ya reconocido internacionalmente, de manera que todo inversionista tenga certeza de que, al invertir en Costa Rica, los incentivos brindados bajo dichos estándares son 100% acordes con los más altos requerimientos y buenas prácticas internacionales”, explicó el Director General de CINDE.

A lo largo de los 60 años de su existencia, la OCDE ha formado parte de casi todas las esferas de la política a través de sus estándares que se basan en la evidencia, estadísticas y análisis confiables. Con este nuevo paso, Costa Rica se sumará a estas buenas prácticas, siendo el cuarto país latinoamericano enintegrar esta prestigiosa organización.